
Hoy alguien ha dicho que cuando se mata a una persona, también se mata en cierto grado a la sociedad. No puedo estar más en desacuerdo: cada vez que se mata a una persona, se engrandece más si cabe a la sociedad...la nuestra, que es cívica y dicta leyes que persiguen proteger la vida, aunque sea la vida de un asesino.
Una vez más me pregunto, ¿Qué clase de pueblo se puede forjar si uno decide acabar con la vida de su vecino por que no piensa de igual forma?.¿Un pueblo prospero?...
Y otra vez más, ¿Qué delito tan grave había cometido este hombre para merecer la muerte?...
La historia siempre demuestra que llega un momento en el que víctima se convierte en verdugo...Qué gran deshonra para el género humano.
Hoy, más que nunca, nuestros sentimientos están puestos en Arrigorriaga.
Eduardo, descansa en paz junto a Vicente.
Tienes razón, amigo, mucha, creo que cada vida tiene unvalor incalculable...lo malo, lo triste de estas situaciones colectivas es el como se instalan en la vida cotidiana de algunos pueblos y como cada una de estas vidas no se nombra, no se narra, no sale en el periódico, no importa, no se ve, están lejos....Y no podemos dejar de pensar en miles de niños, de mujeres, de chicos y hombres sin futuro, sin derechos, sin nombre, sin nada, ni el derecho a existir. Sí, la foto es de Vietnam. Pero hay ahora mismo fotos mucho mas cruentas, se cuentan por miles.
ResponderEliminarEn fin, gracias por pasar, un fuerte abrazo desde el sentimiento de tantas pérdidas.
Yo no podría decirlo mejor, Roser.
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