Lo dicho, siguiendo las instrucciones del virtual plano del capitán, llegué a descubrir el tesoro que éste había escondido en lo que es ya a nuestro juicio uno de los más bellos parajes Guipuzcoanos.
Dos fueron los días necesarios para completar el hallazgo.
Día primero.
La niebla fue mi compañera de viaje en el camino y conforme más iba subiendo éste, menos visibilidad había. Pensé en si me asaltaría algún basajaun al oir el ruido de los cencerros del ganado. Dí unos cuantos pasos más y respiré tranquilo cuando me topé con el rebaño. Unos pasos más allá me vino a la mente la historia de Antxón y su tristeza por no poderse casar con una Lamia, y unido a que era viernes tarde, dí media vuelta no fuera a toparme con algún akelarre. Hice rápido la foto que veis y me prometí regresar en cuanto la metereología lo permitiera esperando para entonces poder disfrutar de las vistas que el capitán había garantizado.
Día segundo
El objetivo de llegar a la cima se cumplió este día, el cual por fortuna resultó despejado. El llegar hasta el punto de retorno del día anterior resultó rápido dado que éste tramo era ya familiar, no en cambio su continuación, la cual se hizo más lenta.
El ganado estaba en la cima. Miré atrás y observé maravillado el mar desde la costa francesa hasta San Sebastián/Donostia...Seguí camino.
Los cromlech de errenga estaban allí, inmóviles desde el primer milenio antes de Cristo...Contraste con la sombra de una nube veloz y juguetona que pasó por encima de mí y continuó camino hacia Navarra.
Decidí subir a la cima...el viaje había sido largo y la curiosidad grande. No podía quedarme sin visitarla, estando solo a unos pocos metros. La panorámica era total. Los vencejos jugaban en el aire a solo unos centímetros del suelo y una mariposa decidió posarse a mi lado. Le acerqué el dedo índice e inesperadamente para mí subió a él sin temor. Una vez allí, me senté en el prado, miré al cielo y pude contrariar el título de este blog al poder llegar a escuchar el silencio. ¡Qué paz!
...Pero y ¿qué fue del tesoro?
El tesoro estaba allí, aparte de en el lugar, en el mismo sitio donde tú lo dejaste, amigo. El desvelar su contenido pormenorizado lo dejo en tus manos dado que no sé si puede restarle o no interés al segundo tesoro enterrado. Lo único que diré es que hoy está en mi casa y espero poder cultivarlo y cuidarlo tanto como creo que tú lo debes hacer.
Lástima que este tesoro no haya caido aún en las manos de todos aquellos que desde la violencia intentan imponerse a su prójimo.
“Cristo es la raíz del hombre” dijo Juan Pablo II en una ocasión...¡Cuanta razón tenía!. Sobre esto último habría que reflexionar más.
Gracias mi capitán.
ROTONDAS HUMANAS
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Cada día son más frecuentes las llamadas "rotondas humanas" alimentadas por
la falta de educación, respeto y empatía. Pero ¿en qué consisten las
"roto...
Hace 7 horas
Dadaísta: No sabes la ilusión que me ha hecho que lo hayas encontrado.
ResponderEliminarCreo por lo que leo que eres una persona a la que este sí le parece un buen tesoro.
¿De dónde eres? Porque creía que eras de Madrid.
Me alegro que los Basajaun no te hayan jugado una mala pasada.
Saludos amistosos,
Trueno "el entxapelau"
Estimado amigo:
ResponderEliminarDarte la enhorabuena por una iniciativa tan extraordinaria.
Me alegra saber que te ha hecho ilusión el que haya visto la luz el tesoro y confirmarte también que efectivamente me ha encantado su contenido...
Deseandole lo mejor, reciba un cordial saludo, mi capitán.